jueves, 25 de agosto de 2011

ECOS DE LA JORNADA MUNDIAL DE LA JUVENTUD

El orgullo de sentirse cristiano / Por Matías Barco

Sin ningún atisbo de vergüenza, hoy más que nunca, me siento orgulloso de ser cristiano y de querer seguir los caminos de Jesucristo.
MATIAS BARCO.- He tenido la inmensa fortuna de vivir, paso a paso, la exitosa Jornada Mundial de la Juventud, celebrada la pasada semana en Madrid, presididas por Su Santidad el Papa Benedicto XVI, y de acompañar en espíritu y corazón a los cientos de miles de peregrinos llegados desde los lugares mas reconditos del planeta; y todo ello, sin avergonzarme ni sentirme ridículo, todo lo contrario, por querer firmemente seguir el camino de quienes promueven y predican la palabra de Dios.
He reído, he cantado, he llorado, he abrazado, he meditado, he rezado junto a los jóvenes, esos adolescentes que siguiendo el camino que marcan los evangelios, prometen ser el futuro de una generación que auguran fundadas esperanzas de un mundo mejor.
Al igual que recordaba el Beato Juan Pablo II cuando le decía a su mocerío “El Papa es un joven de 83 años”. Yo, también, en estos días me he sentido un zagal de 44 años, y tampoco me da vergüenza decirlo.
Los que permanecemos en la Fe no tenemos por qué tener miedo, ni de que avergonzarnos. Al contrario, son otros los que tienen que sentirlo por permanecer en lo que los autodestruye. Son aquellos que practican el mal, en cualquiera de sus manifestaciones; sean quienes quiera que sean y ocupen los cargos que ocupen.
Las imágenes, los hechos, los momentos, la organización, la convocatoria y todo cuanto de bueno han deparado estas Jornadas, nos tienen que servir de reflexión a todas las personas, creyentes o no. Y todo lo acontecido tiene la fuerza invencible del Amor. 
De la misma manera, por otra parte, nunca he sentido vergüenza de ser aficionado a Los Toros, aún a pesar de aguantar, tener que sufrir, los improperios, las graves ofensas y las humillaciones de esa minoría de desalmados que se envalentonan en el grupo y “bien protegidos” en las puertas de las plazas de toros, para ejercer impunemente su delectivo proceder.  
Y concluyo "taurinamente esta faena" de expresar sentimientos,  declarando mi orgullo de ser español, cartagenero y murciano (aunque esto le pueda molestar a algún cartagenero con arraigo cantonal), y hoy mas que nunca, no tengo ningún reparo en manifestar el estar reafirmado en mi fe y profundas convicciones y principios, lo que me hace inmensamente feliz y me enriquece y fortalece en lo más íntimo.
Utilizo la oportunidad que me brinda esta página para expresar a viva voz mis emociones, felicitando a este medio, con el que colaboro, por el tratamiento, la sensibilidad y el respeto que ha mostrado a estas Jornadas Mundiales de la Juventud, y, también, por el apoyo que le viene prestando a las distintas instituciones benéficas que aparecen publicitadas en torosnoticiasmurcia.com.

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