martes, 3 de junio de 2014

Amables Sí, pero Tontos NO !! / Por José María Jericó

Eso dicen las gentes del toro: «¡Al acabar San Isidro vienen las ferias amables!» Pero ¿qué quieren decir...? 

ALICANTE. Martes, 3 Junio 2014. Texto.- José María Jericó. ¿Acaso que la gente que acude a esas ferias traga con todo o que el toro que se lidie en las plazas de provincias, tiene que estar por debajo del tipo de toro que reglamentariamente debe de lidiarse en las plazas de segunda?
Los apoderados, lógicamente, tienen que buscar para sus poderdantes lo mejor para sus intereses. Pero lo que han estado tratando de hacer últimamente es un engaño. En muchas de estas plazas, se han vivido tardes en las que la presentación de lo que salía por chiqueros era ridícula, paupérrima, toros anovillados y, además, descastados y sin fuerzas. Los toreros, y más si están en figura, no deberían de aceptar torear semejante ganado. Pero, bueno, lo cómodo es lo cómodo, y la fiesta a la que tanto dicen proteger, les importa un rábano.
Estas plazas no son las de Pamplona, Bilbao o Madrid. Las aficiones ‘amables’ no quieren el toro elefante, el de la carretera que nos puso Osborne, pero sí quiere toros en tipo, bien hechos, con cuajo y con el trapío que le corresponde como plaza de segunda. Luego embestirán o no, que esa es otra, o lo harán como autómatas para dejar torear a gusto al matador de turno, pero eso será como consecuencia del bajón de casta que han dado a sus ganaderías algunos ganaderos de primera fila para que sus clientes, los que demandan ese tipo de toro, no se sientan incómodos. Los veterinarios, presidentes y empresas no deberían permitir ese fraude que tanto daño está haciendo a la fiesta. La tenemos que defender con la verdad y esta no tiene nada más que un camino. Si no lo hacen así, las ferias amables se irán al carajo ante la ausencia de aficionados y de un público que no es tonto y, aunque no entienda, sabe cuándo le están engañando, eso sí, muy amablemente.
Es necesario que se den cuenta de lo que está sucediendo las últimas temporadas en las ferias de muchas ciudades en las que había un gran ambiente taurino y un público que llenaba las plazas. Ahora una buena entrada para un cartel con figuras puede ser alcanzar los tres cuartos de aforo. Si se roza el lleno, ya es un éxito, y muy pocas veces se pone el “No hay billetes”. Y no piensen que todo es por culpa de la crisis, aunque indudablemente algo afecte. La gente se queda en casa y pierde la afición o el gusto por el espectáculo, porque se siente engañada ante el exceso de amabilidad.
El diccionario de la Real Academia de la Lengua, dice que la palabra «amable» equivale a persona «afable, complaciente y afectuosa» y también adjetiva como «digno de ser amado». Pues eso, vamos a dejarnos de tonterías y a ver si de verdad nos quieren y respetan, aunque sea un poco nada más, que no es pedir mucho, y así se sentirían amados y respetados los que mantienen el negocio pasando por las taquillas en las ferias que ellos han adjetivado como amables. Todo sea por el bien de la fiesta.

LA TAUROMAQUIA A LA UNESCO: ¡¡ NOSOTROS SÍ PODEMOS !!

Si la afición española piensa que el riesgo ya no existe, peligrosa equivocación tras las recientes elecciones europeas.

MADRID. Domingo, 1 Junio 2014. Remitido.- Asociación Internacional de Tauromaquia. Cuando hace más de 10 años barruntábamos las amenazas que se cernían sobre la Tauromaquia como elemento de nuestra cultura, convirtiéndola en el objetivo de numerosos e indiscriminados ataques, desde la Asociación Internacional de Tauromaquia, comenzamos a requerir una decidida actuación de la administración, los estamentos y todos los aficionados a la Fiesta, en defensa de una de las señas mas identificativas de nuestro Patrimonio Cultural.
Tuvo que ocurrir la prohibición de los Toros en Cataluña para que de alguna manera se nos empezara a tomar en cuenta después de un arduo proceso que nos llevó a recorrer buena parte de la geografía española, ofreciendo el apoyo técnico y material a numerosos ayuntamientos, diputaciones y mancomunidades, que legitimó mas aun  la  aprobación  de una ley de defensa de la Tauromaquia en España que recoge nuestro particular reclamo: Su declaración como Patrimonio Cultural Inmaterial del pueblo español.
Esto ha traído paz a una afición que hoy siente que el peligro se ha disipado y la normalidad ha vuelto a los cosos, en los que se desarrolla plácidamente esta temporada: peligrosa equivocación.
Desde el principio sabíamos,  que esta declaración no era suficiente, que debemos  lograr que los pueblos americanos donde la Tauromaquia se recrea dicten declaraciones similares, para así, todos, junto con Francia y Portugal, presentar una candidatura para que la Tauromaquia sea incluida en la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO.
Hoy esta afirmación anterior adquiere un carácter urgente, pues la amenaza lejos de haberse disipado, reaparece ahora en forma de partido político español, que accede al parlamento europeo con 5 diputados populistas,  que entre sus consignas llevan una que nos atañe: Prohibir la Tauromaquia.
Claro, hay que hacer saber a la opinión pública, que dentro de la mas absoluta falta de coherencia de este partido llamado “Podemos”, también presentan otra “joya” dentro de su programa: ¡El aborto libre!. Es decir, van a proteger a los animales, derecho éste que le niegan a los seres humanos de más temprana existencia. ¡Olé por su magnanimidad!
Lo cierto es que no podemos perder más tiempo, en España no se puede bajar la guardia, y  los aficionados americanos  donde ha llegado nuestro mensaje, deben activar sus campañas de defensa de la Tauromaquia y todos juntos apuntar de manera decidida en la misma dirección: La declaratoria nacional de la Tauromaquia como Patrimonio Cultural Inmaterial de cada uno de los países que la recrean.
Tras ello, sin más dilaciones, presentar una concienzuda candidatura de la Tauromaquia a la Lista Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la UNESCO, para lograr el blindaje definitivo de nuestras Fiestas de Toros.

Vamos todos a lograrlo, Aficionados del mundo: ¡nosotros si podemos!