lunes, 6 de mayo de 2013

Las Falsedades de las Subvenciones / Por José Mª. Jericó

ALICANTE. Domingo, 5 Mayo 2013. Por José María Jericó. Son muchos los que creen que los toros reciben subvenciones. Cacarean y no paran lo de las subvenciones, nadie les desmiente y hacen creer a la opinión pública que tal afirmación es cierta, cuando no lo es, y sino que se lo pregunten a los empresarios, pero esto les sirve para crear un ambiente entre la ciudadanía en contra de la fiesta nacional.
Hace unos días, sin ir más lejos, en un programa televisivo fue el actor  Carlos Bardem, el que al hablar de la crisis por la que estaba pasando el cine, acusando de ello a la subida del IVA y a la falta de los muchos millones que en forma de subvenciones les aportaba el erario publico, puso como ejemplo el mundo de los toros, diciendo que estos estaban subvencionados. Esta afirmación forma parte del acoso y derribo al que se ve sometido la fiesta y se repite cada vez que un  antitaurino lanza su discurso para desacreditar ante los ojos de la ciudadanía el espectáculo taurino.
La fiesta de los toros recibe bastante menos de los recursos económicos que genera. Su potencial económico en muchas ciudades sirve para mantener organizaciones benéficas e instituciones. El dinero de los toros revierte en él de distintas formas. Si es cierto que en muchos pueblos o ciudades cuando llegan sus fiestas patronales los toros reciben ayudas, pero igual que los reciben el resto de los festejos que se programan, o es que los conciertos de los cantantes del momento, fuegos de artificio, representaciones teatrales, eventos deportivos, cabalgatas y verbenas no están subvencionados. Que razones tienen para que a los ciudadanos que les gusta este espectáculo se les castigue, mientras que a los fans del cantante de turno no, por poner un ejemplo.
Nadie dice nada y ya lo dice el refrán “el que calla otorga”, aquí todo el mundo calla y nadie habla con claridad e informa a la opinión pública de cual es la verdadera situación de este españolisimo espectáculo de masas que más ingresos proporciona a las arcas del estado y más riqueza genera en las ciudades donde se celebran ferias o puntuales festejos taurinos.