sábado, 22 de junio de 2013

Raúl Bravo y Jorge Rico, Puerta Grande en Alicante / Por José María Jericó

El ganadero López Gibaja presentó en Alicante un serio encierro de erales en la clase práctica que se celebró este jueves, teniendo que ser picados y necesitar de sus lidiadores una buena dosis de decisión.

ALICANTE. Jueves, 20 Junio 2013. Texto.- José María Jericó. Fotos.- Benito Sánchez Leyva. Ayer fue un día importante para los cuatro chavales que hicieron el paseíllo ante un público que llenaba en más de la mitad el coso alicantino gracias a que la empresa ‘Toros del Mediterráneo’ programara este festejo de promoción en régimen de puertas abiertas y a las más de 15.000 invitaciones que se repartieron por la ciudad.
Abría cartel el villenense Raúl Bravo que se mostró muy decidido toda la tarde, manejando con soltura los engaños, puso toda la carne en el asador a la hora de entrar a matar y corto dos y una oreja respectivamente. Adrián Velasco anduvo aseado con su primero, verónicas y tafalleras con el capote, con la muleta saco algunas tandas sobre la derecha de buena factura. Se paso de faena y el novillo se rajó, lo mató tras varios intentos y fue silenciada su labor. El corrido en sexto lugar resulto manso con peligro y mando a la enfermería al novel novillero con serias contusiones en el abdomen y la cabeza. Cristian Ortuño, sobrino del recordado José Luis Ortuño, luce empaque y ganas, una cosa importante
para ser torero. Cortó una oreja a su primero y escucho una ovación con saludos en  el segundo de su lote después de dos faenas en las que lucio en el toreo al natural y con las banderillas.
Atención a Jorge Rico. Este chaval apunta unas formas en su toreo que encandila enseguida al espectador. Tiene carisma, se muestra desenvuelto y con cierto empaque en el manejo de los engaños. Destacar el recibo de capote realizado a sus dos novillos con una serie de verónicas rematadas con media que hicieron vibrar al público. Con la muleta mejor la faena a su segundo, con series sobre ambas manos no carentes de temple y mando, con vistosos remates por bajo. Corto una oreja en su primero y las dos y el rabo en el que cerraba el festejo que fue premiado con la vuelta al ruedo como premio a todo el encierro.
Los cuatro tienen que aplicarse en el manejo con la espada si quieren alcanzar cotas mayores. Lo de ayer no debemos de olvidar que eran clases prácticas. Lidiaron alumnos de la escuela ayudados por el novillero Daniel Palencia, destacando Alberto Gila que tuvo que saludar tras parear con acierto toda la tarde.

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