ALICANTE. Martes, 18 Junio 2013. Texto.- Pepe Castillo Abreu. Fotos.- Benito Sánchez Leyva. Nuestro compañero José María
Jericó disertó sobre el controvertido tema de las subvenciones al mundo del
toro por parte de las distintas instituciones, desmontando las informaciones
que desde los grupos antitaurinos se realizan con el único fin de desprestigiar
al colectivo taurino. Jericó, comenzó hablando de cómo cada vez que de alguna
organización salía a relucir este tema, lo hacían con la intención de crear
entre la ciudadanía un ambiente en contra de los toros. Dijo: “los
abolicionistas consideran los festejos taurinos como un “capricho de unos pocos
pagado con el dinero de todos”. Cuando nada más lejos de la realidad,
la verdad es que quien mantiene la industria de la Tauromaquia es el aficionado
que paga de su bolsillo cada vez que entra en una plaza de toros. Y argumentó: “Si
consultamos los presupuestos de las administraciones publicas; tanto desde el
gobierno central, como de los regionales o locales, la fiesta a día de hoy
carece de cualquier apoyo económico, y en el caso de que hubiese una
partida de gastos cuyo destinatario
fuera la tauromaquia, el saldo siempre es favorable para las arcas publicas.”
Jericó, puso el ejemplo de la
Comunidad de Madrid donde en el año 2012, destinó en subvenciones a los pueblos
y entidades taurinas de la comunidad la cantidad de 2,2 millones, para ayuda a
las escuelas, organización de festejos promociónales, actos culturales, obras
de mantenimiento, etc. etc. Un gasto que esta más que cubierto con solo el canon
de arrendamiento de la plaza que abona la empresa adjudicataria, con una
aportación en torno a los 2.3 millones. A esta cantidad hay que sumarel 1,5 millones que ingresa en concepto de IVA, más otros 2 millones devengados de la actividad económica inducida por la Feria de San Isidro. En total la CM sin contar otros impuestos y tasas administrativas ingresa, gracias a los toros, casi 6 millones de euros. Un ejemplo que se puede extrapolar a otras ciudades o pueblos de España.Comentó, que, en cualquier caso, si en cualquier pueblo los ayuntamientos han subvencionado en parte la organización de algún evento taurino, lo han hecho de la misma forma que lo hacen con los conciertos de música u otras actividades englobadas dentro de la programación de las fiestas populares. Todos los ciudadanos son iguales en derechos y obligaciones y los amantes de la tauromaquia no tienen por que ser discriminados. Habló del peligro que corre la fiesta en estos momentos en que el país se tambalea, e hizo referencia a la biografía que sobre el mítico Juan Belmonte, en el año 1934, en los más difíciles momentos de la Segunda Republica, escribió el periodista Cháves Nogales. En el capitulo XVI dedicado a “El miedo del torero” en una conversación que mantiene con Belmonte habla de la posibilidad de que algún día las izquierdas del país harán todo lo posible por abolir las corridas de toros.
Finalizó diciendo que el espectáculo se tiene que prestigiar desde dentro, pero que también era preciso que la industria de la ‘Tauromaquia’ se prestigiase de cara a la opinión publica en general con campañas de marketing corporativo en los grandes medios de comunicación.
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