Articulo de Opinión de Jorge Villar / Análisis de la Feria de Hogueras: Esperanzador Estado de Situación
ALICANTE. Por Jorge Villar. A
falta de celebrarse la corrida de rejones del póximo día de San Pedro, los
resultados de los festejos centrales de la Feria de Hogueras 2013 son
alentadores. Después de dos años de caída en calidad, resultados y asistencia
de público, con Sebastián Rodríguez como gerente de Iniciativas Taurinas
Alicantinas, y de una gestión con muchos interrogantes e impagos todavía
pendientes, el proceso de rescisión de contrato y posterior adjudicación de la
explotación del coso para esta temporada, tan urgente como translúcido,
devolvió a los alicantinos la gestión ilusionante de Nacho Lloret, con Simon
Casas como socio principal, que ha corregido muchos de los errores pasados y ha
devuelto el público a los tendidos. Ese ha constituido el mayor logro. De la
paupérrima entrada del 24 de junio de 2012, día en que sonaron todas las
alarmas, a las tres entradas importantes en los festejos mayores este año, hay
un trecho lleno de trabajo y buenas ideas.
El ciclo rotó alrededor de ese décimo aniversario
como matador de toros de Manzanares. La mercadotecnia con este motivo central
ha funcionado, sobre todo en lo que a asistenciade público e implicación
juvenil se refiere. Doscientos abonos en la iniciativa empresarial del «tendido
joven», en la que participó muy activamente la nueva asociación Tauro Joven,
suponen un hito a nivel nacional, amén de haber disfrutado de unos tendidos con
mucha presencia de adolescentes y niños que no solo son el futuro de la fiesta,
sino el palpitante presente. Las imágenes de Canal Plus, otro acierto como
resonador y amplificador de la firme apuesta, hablaron por sí solas. Sin echar
las campanas al vuelo, la apuesta empresarial ha funcionado y supone un primer
paso para la recuperación.
La presentación del ganado ha recuperado los
límites de la decencia, sobre todo en el encierro de Alcurrucén. Sin embargo,
algunos ejemplares de Victoriano del Río y Zalduendo no debieran haber pisado
el ruedo. Son flecos para mejorar, aunque el juego de los astados ha favorecido
los éxitos vividos. Ahí está el indulto del novillo «Sacacuartos», de Fuente Ymbro,
que fue a caer en manos de un Borja Álvarez firme, templado y evolucionado, así
como la encastada movilidad de algunos ejemplares de Alcurrucén, con uno de los
cuales Miguel Ángel Perera realizó un faenón de cabo a rabo, desde la
profundidad en las tandas del toreo fundamental, hasta la inverosimilitud del
toreo en redondo en las cercanías. Ambos hechos propiciaron la polémica, tan
enriquecedora en el mundo taurino: si el novillo fue de indulto o no, si lo de
Perera mereció o no el doble trofeo que le negó el palco...
Los casi tres cuartos de aforo cubierto el día de
San Juan devolvieron el ambiente de fiesta a una fecha que nunca debió
perderlo. Idiosincrasia de nuestra plaza es la actitud torerista y alegre. Se
movió el encierro de Zalduendo, Padilla cuajó dos tandas al natural soberbias,
Fandi mostró tanta entrega como vulgar trapaceo, Talavante demostró que se
puede empezar la labor muleteril con la zocata y someter, y los tres salieron a
hombros para gozo del público asistente, con una orejita por toro. No estaría
de más devolver la presencia de algún diestro de la tierra a tan alicantina
tarde.
La gran fiesta la vivió Manzanares el 22, rodeado
de los suyos: padre, hermanos... y abuelo, ese Pepe Manzanares pleno de torería
saludando al público como imagen inolvidable. Luego, a pesar del mal momento de
Ponce y la mala suerte de Manolo Manzanares con sus oponentes, José Mari se
recreó en dos faenas derechistas de mucho calado y personalidad. Hemos perdido
el hermoso natural del artista alicantino, seguramente por esa horrible herida
en su mano izquierda. Aún así, medio torero es capaz de seguir levantando
pasiones. La entrega de la afición quizá requiera, para ocasiones venideras,
mayor compromiso por su parte en cuanto a fechas y ganado.
Y la ilusión de los jóvenes de la escuela taurina.
Otro acierto de la nueva empresa. Borja David Ximelis, Raúl Bravo y, sobre
todo, el desparpajo y la claridad de ideas de Jorge Rico parecen argumentos de
peso para seguir apostando por el futuro y la esperanza. Otra razón más, otro
motivo para quitarse los complejos y seguir apostando por un espectáculo
inigualable en su autenticidad y complejidad de matices artísticos.
sábado, 29 de junio de 2013
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