Extraordinaria segunda parte del IV Ciclo Cultural Taurino del Club Taurino de Lorca, que finaliza con éxito, epilogado con una gran jornada campera en la ganadería de Sancho Dávila
LORCA (Murcia). Lunes, 4 de marzo de 2019 -C.P. C.T.L. - Tras la magnífica exposición de pintura de José Ángel Ramírez Cuenca en el palacio Huerto Ruano, clausurada el día 22, un auténtico éxito de asistencia y ventas, la enorme solidaridad demostrada por los aficionados en el maratón de donación de sangre, el “no hay billetes” en la interesante tertulia entre Victorino y el maestro Palomar y el viaje a las ganaderías de Partido de Resina y Dolores Aguirre en el fin de semana del 16 y 17 de febrero y, con el paréntesis de la presentación del proyecto de rehabilitación del coso de Sutullena el miércoles 20 que, si bien dejó una sensación agridulce por la reducción del aforo de la plaza, abrió grandes esperanzas porque se trata de un grandioso proyecto y todo es modificable.
El jueves 21 se retomaron las actividades con la segunda parte del IV Ciclo Cultural del Club Taurino
de Lorca. Y fue a través de una tertulia pintoresca y de excepción entre el llamado “tigre de Cantillana”, el maestro Manuel Ruiz “Manili” y el ganadero Antonio Miura, conducida magistralmente por Íñigo Crespo, que repetía en el ciclo, y la promesa, presente y futuro del periodismo taurino, Antonio José Candel, recientemente fichado por el grupo Teseo Comunicación.
La charla logró concitar el interés de la casi la totalidad del auditorio del Aula de Cultura de Cajamurcia, como muestran las imágenes que adjuntamos, haciendo disfrutar a todos los asistentes con el gracejo de Manili, que repasó su trayectoria vital y profesional, y el señorío de Antonio Miura, que defendió el tipo de toro que le sirve en su ganadería, el que crea emoción, el bravo, que embiste con entrega aun con sus lógicas dificultades, o el complicado y de aviesas intenciones, por el que esta ganadería ha sido y sigue siendo tan famosa.
El viernes 22 fue la noche de Ureña, quien debido a su operación en el globo ocular del ojo afectado por el percance de Albacete no pudo asistir al acto de inauguración de una magnífica exposición fotográfica de Álvaro Marcos dedicada a su persona, y cuya recaudación irá íntegramente a beneficio de la Fundación Fernández Vega por expreso deseo del torero con acuerdo del fotógrafo y del Club Taurino. La muestra, que congregó a multitud de aficionados, entre los que se encontraban el consejero de Presidencia, Pedro Rivera, y el concejal de Economía, Hacienda, Igualdad y Empresas Municipales del Excmo. Ayuntamiento de Lorca, Juan Francisco Martínez, encargados junto con el presidente del Club Taurino de Lorca, Juan Coronel, de inaugurarla, batió éxito de ventas durante esa misma noche, en la que ya se había logrado vender el 60 % de la colección, continuando expuesta hasta el 7 de marzo.
Finalmente, este fin de semana ha sido el turno de la literatura, el viernes día 1 de marzo, con la
presentación del libro “Memoria de los 80”, de Alfonso Santiago, ante un auditorio de nuevo repleto de aficionados, como puede verse en las imágenes adjuntas, que tuvieron la ocasión de escuchar la naturalidad y pureza de las palabras del maestro Diego Urdiales, encargado de presentarlo junto a su autor.
El diestro, que vino acompañado de su apoderado Luis Miguel Villalpando, puede considerarse un fiel heredero del clasicismo de algunos toreros de esa época, reconoció identificarse sobre todo con la línea de Antoñete, Curro Vázquez o el maestro Ortega Cano, y tuvo ocasión de repasar con Alfonso Santiago y con la participación entusiasta de los aficionados su trayectoria, la situación actual de la Fiesta y la necesidad de cambiar muchas cosas del sistema para abrir hueco a los nuevos valores.
El libro, por su parte, fue un éxito de ventas esa misma noche, siendo obligado señalar que también hay una parte dedicada al diestro lorquino Pepín Jiménez, “uno de aquellos toreros que, -como recordó Alfonso Santiago ante la intervención de un aficionado-, sin abrir la Puerta Grande de la plaza de Las Ventas, dejó una profunda huella en la memoria de los aficionados de Madrid aún hoy pervive”.
El colofón llegó el sábado 2 de marzo cuando, pese al fútbol y al Carnaval, el incomparable marco del Mercado del Sol se quedó pequeño para presenciar la interesantísima tertulia una figura de época, figura de mujer, la torero Cristina Sánchez, y una periodista también de época, Elena Salamanca, quienes, con su belleza, simpatía y profundo conocimiento de la Fiesta, cautivaron al auditorio, que no cesó en aplaudir ante una tertulia muy emotiva, en la que se repasó la trayectoria vital y profesional de Cristina, su vena solidaria y de voluntariado, el estado actual de la Fiesta, los vaivenes políticos y los esfuerzos llevados a cabo desde la Fundación Toro de Lidia, de la que la torero es representante, para revertir los ataques de los antitaurinos y animalistas y situar de nuevo a la tauromaquia en el lugar que se merece.
Pero, sin duda, el momento de mayor carga emocional llegó al final, cuando, sorpresivamente, Elena
Salamanca llamó al escenario a los componentes de la Junta Directiva del Club Taurino, quienes realizaron un sentido homenaje a su presidente, Juan Coronel, a quien entregaron una reproducción cerámica de la fachada del coso de Sutullena, dedicándole unas palabras que hicieron saltar las lágrimas, no solo de ellos, sino de todos los asistentes.
Luego vendría la entrega y simpatía de Cristina y Elena para con el público asistente, que no paró de fotografiarse e intercambiar impresiones con ellas.
Pero por si quedaba algo para poner la guinda al pastel, el Club Taurino de Lorca quiso compensar ayer domingo, 3 de marzo, ya fuera del ciclo, a todos aquellos socios y aficionados que no habían podido asistir al viaje a las ganaderías del 16 y 17 de febrero, con una inolvidable jornada de campo en la ganadería de Sancho Dávila, en la que tuvieron la oportunidad de disfrutar con el tentadero de dos extraordinarias vacas y un exigente utrero por parte de la joven promesa de Totana, el novillero Jorge Martínez.
A pesar del cansancio de los días previos, dos autobuses se desplazaron hasta la finca de Puertolaca, en la localidad jienense de Santisteban del Puerto, para escuchar las sabias palabras del ganadero Sancho Dávila, quienes les mostró la ganadería acompañado a caballo por su sobrino, el maestro Dávila Miura, para disfrutar de las delicias gastronómicas de la zona en el almuerzo previo a la visita y en la comida posterior al tentadero, pero sobre todo para quedarse con la sensación de que en Jorge Martínez hay torero, y de que, si sigue siendo capaz de torear como toreó a las vacas y de solventar tan resolutivamente las dificultades que los animales le plantearon, sobre todo el cuajado y exigente novillo que lidió y estoqueó, podemos encontrarnos ante una futura figura del toreo. El tiempo lo dirá, pero en la constancia, el esfuerzo y la perseverancia está la garantía del éxito, si bien también la capacidad innata o el don, que en Jorge está, y la suerte, son fundamentales, porque, aplicando el proverbio evangélico, “son muchos los llamados, y pocos los elegidos”.
Y este es el epílogo y la segunda parte de la historia de un ciclo taurino para la Historia. Gracias a todos por hacerlo posible.
lunes, 4 de marzo de 2019
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