La
cantaora glosó anoche, en su pregón de la
LV edición del Festival del Cante de las Minas, los Cantes de
Levante y la figura de su padre y maestro. Estrella Morente intercaló en su
discurso varios cantes y sus palabras sonaron en el Mercado con el sonido de
fondo de una guitarra.
Fue su padre el que la introdujo en los cantes mineros, junto a su abuelo Montoyita, y también de su padre procedía la devoción a figuras como Pencho Cros o Antonio Grau, el hijo de El Rojo el Alpargatero.
Estrella
inició su discurso con el recuerdo de su primera taranta,
grabada a los siete años de edad: “Desde tan corta edad ya se pueden imaginar
el lugar que ocupan en mi corazón y en mi afición los cantes de levante (...) ojalá
sea capaz de contar una parte de lo que siento, de mi entusiasmo y mi cariño a
estos cantes, a este lugar mágico y a todos ustedes que son los encargados de
mantener la afición que siempre ha caracterizado a la ciudad de La Unión ”.
La
cantaora, que leyó su discurso con el sonido de fondo de una guitarra, se
mostró emocionada en muchas ocasiones: “yo sólo puedo decir esta noche, con el
corazón en la mano, que me siento una simple semilla fruto del árbol del gran
Enrique Morente(...) semilla de esa entrega y de esa profundidad, porque si ha
existido alguien enamorado y apasionado de estos cantes y de sus orígenes, se
llama Enrique”.
Fue
su padre -recordó la cantaora- el que la introdujo en los cantes mineros, junto
a su abuelo Montoyita, y también de su padre procedía la devoción a figuras
como Pencho Cros o Antonio Grau, el hijo de El Rojo el Alpargatero: “Mi hermana
Soleá y yo tuvimos la suerte de estar presentes cuando le encargaron el prólogo
de un libro disco que recogía parte de su vida y obra, titulado Antonio
Grau, el hijo de El Rojo el Alpargatero”. También quiso recordar a
otras grandes familias flamencas de la tierra: “Los Piñana o los Fernández, de
los cuales mi padre se sentía parte, no sólo porque cuando venía por aquí lo
trataban como uno más de ellos, sino porque además sentía verdadera admiración
por cada una de estas grandes dinastías”.
Estrella
Morente ensalzó la figura de su progenitor asegurando que “era un niño nacido
en la posguerra, en uno de los barrios más humildes y bombardeados de Granada,
El Albaycin. Y de ahí partió al mundo, hacia el infinito, gracias a su
intuición para la cultura y para el arte”.
La
artista recordó igualmente sus numerosas visitas a La Unión , “sus pescaderías, sus
tabernas, la bodega Lloret donde mi padre iba a buscar a Pencho Cros para
escucharlo cantar y aprender de él”.
El
patriarca de los Morente grabó durante su carrera más de 23 cantes de levante;
cartagenera, minera, taranta o taranto, y fue muy sonada su actuación en 1965
en la plaza de toros de Cartagena donde compartió escenario con su admirado
Pepe Marchena: “Mi padre luchó y fue un defensor de los cantes de levante, sin
que existiera una pugna entre la
Andalucía baja y profunda con otro tipo de cantes y lo exaltó
de una manera que todavía hoy se sigue hablando de ello: no
hay cante chico, no hay cante pequeño, decía”
Estrella
Morente salpicó también su discurso con anécdotas del patriarca de la saga
durante su último homenaje en La
Unión : “Un Morente realmente emocionado dijo, haciendo
alusión al cante: Válgame Dios Tio Rufino, las vueltas
que el mundo da, soltando una carcajada limpia y sincera al aire,
porque cuando era muy joven y vino a concursar en La Unión , siempre le habían
echado para atrás diciéndole; váyase a su casa, estudie mejor los
cantes y vuelva a intentarlo el año que viene”.
La
cantaora, vestida con un traje largo de color blanco roto y una mantilla
negra, intercaló también durante su
discurso varios cantes. Estrella se mostró muy agradecida a la afición
unionense y pidió “a todos los que estén al frente de esta ciudad que protejan
y exalten el Cante de las Minas”. Estrella Morente se despidió del público
agradeciendo de nuevo su elección como pregonera: “gracias por regalarme algo
eterno, algo que no olvidaré nunca, y gracias al cante flamenco al cual debo lo
que soy”.
Las
actuaciones de los ganadores de la pasada edición del Festival del Cante de las
Minas cerraron la emocionante velada. Por el escenario del Mercado Público
pasaron de nuevo, un año después de su triunfo: David Lagos, Lámpara Minera;
José Tomás Jiménez, Bordón Minero; Juan Antonio Fernández Barullo,
premiado con el Desplante; y el Filón de 2014, Antonio Moreno.
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