EL JIMENADO (Torre Pacheco). Sábado 19 Noviembre 2011. Una vez terminada la temporada taurina y aún lejos del comienzo de la nueva, es siempre el momento de sentirse los toreros sin la presión del público, ni de la prensa, ni por supuesto, de sus propias e íntimas exigencias - son estas las que más aprietan -. Es el momento cuando la afición no exige un esfuerzo sobrehumano para ver al torero sacar partido a un toro que no lo tiene, no estamos pendientes de que la presentación de los toros sea cada día mejor que el anterior....¡Es el momento de disfrutar todos de nuestra afición y querer a la Fiesta de los Toros!
Con ese concepto en la mente de todos se ha celebrado, un año más, la JORNADA DE CONVIVENCIA TAURINA, una jornada totalmente distendida entre profesionales y aficionados, donde "corre" la buena cerveza y la buena carne a la brasa, y donde todos juntos ofrecen su punto de vista sobre el juego de cada uno de los novillos y la manera de torear de cada torero.
No es día de realizar una crónica taurina de lo sucedido, ni de narrar el sabor de la citada cerveza o el buen gusto para interpretar flamenco de Faustino y grupo, tanto durante el tiempo que los toreros estuvieron mostrando su manera de torear, como en la fiesta flamenca cuando ya el sol había caído. Sólo quisiera decir que para mí fue una satisfacción el ver a todos y a cada uno de los toreros, esa muñeca con un temple maravilloso del maestro Francisco Ruiz Miguel (que por cierto se marco unos pasos de Sevillanas delante del novillo), un Javier Conde que se siente en esta fiesta como en su casa y siempre es capaz de sorprendernos por ese Arte (con mayúscula) que brota de todos los poros de su piel, un Pepe Moreno capaz de unir valor con conocimiento y gusto por las cosas bien realizadas, un Alfonso Romero, sublime esta mañana, que vio y entendió a su buen novillo desde que salió por chiqueros, haciéndole las cosas con tanta lentitud, con tanta profundidad que el ganadero pidió llevarse el novillo para dejarlo padreando toda la vida, Alfonso nos mostró su mejor manera de manejar la muleta y de manera especial el capote, y un José María Requena que parecía con ganas de reaparecer, disfrutando en la cara del novillo con el mismo gusto que otros disfrutamos a lo largo del año de los manjares que él nos prepara.
Pero, si como hemos indicado, no es día de crónica si lo es de mostrarles una galería fotográfica de la parte taurina de la jornada, ya que el resto del día decidí dejar la cámara y dedicarme a "otros menesteres", para ver dicha INFORMACIÓN GRÁFICA PINCHAR AQUÍ
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